La lucha por mantener los costes innecesarios al mínimo siempre es importante para los profesionales de manipulación de materiales. Pero cuando las economías se desaceleran y el negocio se ve perturbado, como durante la actual crisis COVID-19, el uso eficiente de sus recursos se vuelve aún más vital.

Muchas empresas tratan de ahorrar dinero eligiendo equipos de manipulación de materiales más baratos o reduciendo gastos no esenciales como iniciativas de formación. Reducir los costes en estas áreas obviamente puede ahorrar dinero, pero tienen poco que ver con el mayor coste relacionado con la carretilla elevadora que existe: el conductor.

El coste total de trabajar con una carretilla elevadora a lo largo de su vida útil es una cifra mucho mayor que la de su precio inicial, y el conductor puede compensar hasta el 70% de ese coste total. Si desea ver una reducción en los costes, centrarse en la parte más cara del coste de operación de una carretilla, sería un buen comienzo.

Sin embargo, una carretilla elevadora no puede operar sin un conductor, a menos que sea un AGV, por supuesto. Cuando los conductores son un elemento vital de su operación, ¿cómo puede reducir los costes relacionados con ellos? La respuesta está en la ergonomía, la formación y la seguridad. Invertir en personal, equipos seguros y ergonómicos permite a los conductores realizar su trabajo de forma más rápida, eficiente y con menos riesgo de accidentes, lo que puede hacer reducir considerablemente facturas de mantenimiento y personal. 

Al invertir en estas cosas, el rendimiento de su operación mejorará, incluso cuando la situación económica es difícil. Para obtener más información sobre cómo reducir los costes relacionados con el conductor, haga clic en el botón de abajo para obtener nuestra guía gratuita, Lo más caro de una caretilla elevadora y como reducir esos gastos. Le mostrará la importancia de centrarse en el coste total de la operación, en lugar de los costes individuales más pequeños, cuando usted está tratando de ahorrar dinero.

Escrito por Jonas Tornerefelt

* Tomado de “El Blog de la Manutención: Haciéndote la vida más fácil” de UniCarriers